martes, julio 10, 2018

6 de julio

Estábamos ahí, mientras reíamos de cualquier tontería frente a los trovadores con cajón cubano que ambientaban el modesto restaurante. Sonaron los acordes de una canción, me viste a los ojos y dijiste: te la dedico.


"Porque no vaya a ser que cansado de verte, me meta en tus brazos para poseerte y te arranque las ropas, y te bese los pies
y te llame mi diosa..."

Tiemblo de miedo, porque no puede ser....