jueves, marzo 11, 2021

Un año de pandemia

Ya se cumplió un año desde que se declaró oficialmente según la ONU el estado de Pandemia.  Han pasado tantas cosas que creo que aún no terminó de digerir. 

Tantas pérdidas, tantos cambios, y un sinfín de emociones mezcladas en cóctel. Lo triste es, que a un año y aún no se vislumbra el fin. 

Si bien las autoridades se preparan (o pretenden)para un regreso a la normalidad las cosas aún no están estables.
No todas las personas vulnerables están vacunadas, pretenden que los niños ya regresen a clases presenciales.  

Aún me dan miedo las multitudes. Temo enfermarme y estar sola como en Cabo (y el ciclo se repite). A pesar de todos mis esfuerzos, no me siento fuera de riesgo. Necesito trabajar. Mis finanzas ya están en negativo. Me gustaría continuar con mi incipiente negocio y no sé si lo logre. 

Se dice que todo es un ciclo y que si las cosas van mal o bien, no te acostumbres pues pronto cambiarán.
Y un día las cosas parecen acomodarse y de repente viene otra vez el cambio, y es que no hay nada seguro. Nada. 

Un día estás sentada en tu escritorio con una vista espectacular planeando las próximas vacaciones con tu pseudo novio y al día siguiente te quedas sin trabajo y sin vacaciones por un año, sin ahorros y apenas luchas por sobrevivir esta quincena que ya no da más y decides dejar de pagar tus tarjetas para darte un respiro y poderte comprar aunque sea un antojo (y casi todos mis antojos son comida). Y dejaste de ir al cine, a restaurantes, a  centros comerciales, de vacaciones, a reuniones con amigos....  Y la verdad... No es vida. El hombre es social por Naturaleza. Y salgo, con miedo y todas las medidas. Y dejó 15 días de salir (por si pepené el virus, soy responsable) me aisló de la familia y tomo distancia de la sobrina de la cual es difícil alejarme pues me sigue hasta el baño... Y se han roto promesas y tradiciones.  Se han desintegrado familias, se han evidenciado cambios y nuevas relaciones. Y el mundo sigue girando.

Y nada esta escrito en piedra (dicho de mi abuelo). Y tal cual así es la vida. Un vaivén de emociones y una ola que te abruma mientras estás a la expectativa de su llegada.

Y aprendí lo valioso que es el tiempo, y a querer y abrazar hoy, porque tal vez no haya un mañana. Yo ya no estoy para esperar Nada. O es o no es. No hay cuestiones medias....

¿so?