viernes, diciembre 18, 2020

El ciclo sin fin

El tiempo es relativo. A veces una semana se vuelve un segundo y en un segundo pasa una vida. Hay días que no siento y meses que parecen días. 
Los últimos días parecen eternos, demasiadas noticias en tan poco tiempo, muchas cosas que no sé digerir. Traigo una carga emocional muy fuerte. Y todo me pesa. Esta sensibilidad me agobia. Lo peor es que ni siquiera puedo hablarlo. No entiendo esta incapacidad mía de no hablar lo que siento. Me es muy difícil.  Ni lo que siento ni cómo lo siento. Y aquí lo traigo, arrastrándose a un lado mío sin césar. Como la bolsa de Santa.
Estos último días se han escarbando cosas que nunca imaginé. Y aunque tengo mucho tiempo tratando de curarme de todo esto que traigo, siento que soy como una granada que un día va a explotar.
¿Pero en dónde le enseñan a uno a trabajar eso? Creo es tan importante como las matemáticas o la biología. He tenido un hilo de pérdidas y siento que así seguiré.

 Hay una tendencia biológica a repetir patrones en la vida familiar, ahora lo entiendo. Y son patrones que no quiero seguir...