jueves, agosto 30, 2012

Espero curarme de ti en unos días

Espero curarme de ti en unos días, debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte, es posible, siguiendo las prescripciones de la moral en turno.

Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

 

Te parece bien que te quiera nada mas una semana?. No es mucho ni es Poco, es bastante. En una semana se pueden reunir todas las palabras del amor que se han dicho sobre la tierra, y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

 

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (tu sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "que calor hace", "dame agua", "sabes manejar?", "se hizo de noche'...

Entre las gentes, a un lado de tus gentes y de las mías te he dicho "ya es tarde", y tu sabias que decía "te quiero".)

 

Una semana para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que  hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tíralo a la Basura. No sirve, es cierto. Solo quiero una semana para entender las cosas, porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

 

 

Jaime Sabines

 

miércoles, agosto 22, 2012

Tenía...

Tenía tantas ganas de encontrarte, que en cien bocas te perdí 

Edel Juárez

 

 

lunes, agosto 20, 2012

Crónicas de NY - tres

Comienza el día (o recomienza) después de un sueño reparador, empieza el tour. Salimos del hotel hacia la tienda, un yogurt, unas barritas de semillas para guardar energía.  Bobeamos por Times Square, los espectaculares, las luces visibles a plena luz, el globo de año nuevo, obras de teatro: The Wicked, Evita, Mary Poppins, Chicago, saludan desde las gigantescas marquesinas. -Mira! Una tienda Yankee!-, por allá está la Disney Store, M&M’s todo en un solo espacio. Eran cerca de las 10 de la mañana y todo lleno, parecía noche de feria en el pueblo. Mis ojos se postran en un cafecito rodante, aprovechando las mesas y sillas que puso el municipio. Fotos nosotras de la gente, el lugar. Respiro. Estoy en Ny… (tan tan tararan, tan tan tararan).

 

Y ahora por donde? Me pregunta la Fer. Por Broadway, le digo muy segura y me regresa una mirada de- what?-. Seguimos por esta (mientras le señalo el camino con la mano). Caminamos y nos topamos con la marquesina de “Mamma Mia!”  Huy, se nos olvidaba, estamos en el distrito de teatro. La gente caminando apresurada, hoteles, negocios por doquier, rascacielos, no encuentro para donde voltear, todo está lleno de gente.

 

Veo verde por todos lados, en las azoteas de los edificios, en las plazas, en jardineras generando áreas para el esparcimiento. Gente tomando café y leyendo el periódico. Indigentes reposando en bancas. Seguimos el paseo admirando todo a nuestro paso, a lo lejos, veo un área arbolada: Mucho Verde = Central Park!

 

Nos recibe el bullicio, decenas de bicitaxi ofreciendo tour. Yo solo veo grandes extensiones de verde, con paseantes o deportistas. Se respira un aire diferente. La gente se ve feliz. Paseando al perro, a los hijos, ejercitándose.  –Me gustaría vivir aquí- Cerca de Central Park, creo que sería carísimo….  Caminamos por la ladera oeste mientras seguimos inspeccionando alrededor, los ruidos, la gente, el parque. Nos sentamos en una banca frente a una torre Trump. Ohh, vieron el aprendiz? =P.

 

Gente de toda raza, de todo tipo. Cruzamos la calle para ver un edificio que nos pareció bonito, un chavo paseaba con su perro. -¡Queeeé lindo!- Dije y el perro se paró a que lo acariciáramos. El chico ya se quería ir, pero el perrito no. Creo que le gustaban los chiqueos… Jaja.

 

Llegamos al Dakota. Por aquí caminó John Lennon – pensé-.  Me emocioné, también me dio tristeza. Aquí murió John,  -pensé-. Admiramos el edificio un rato, y pensé que habría algo, una placa, una veladora, unas flores (culichi al fin y al cabo) Y no había ninguna muestra.Después de preguntarle a un guardia:

Kare: Excuse me, Is this the Dakota Building?.

Guard: yes, it is.

K: Oohh, so you can tell me, Where John Lennon died??

G: (smiling) Here.

K: Where exactly?

G: (still smiling) Here!

K: Here? Right here?

G: Yes!

K: Thank you! =/

 

(Cara de frustración) Mientras les digo al NY team….. :Dice que aquí!! Pero no hay nada!!! =S Y les repito la conversación.

El Blas dice: Que chafa! Jaja. Y se burlan de mí…. Foto con cara de frustración!!! –Dice la Fer. Ándale  -dice la Isa- ponte ahí para tomarte la foto. Y pues posé.

 

Cruzamos la calle para ir a Strawberry Fields. Nos quedamos un rato ahí. Hay un letrero que te pide no hacer ruido y que mantengas esa área como de meditación ( o algo así) , se respira cierta paz en el lugar. Mucha gente llega a este sitio. Me hubiera gustado llevarle flores a mi John. Después de ahí, seguimos caminando hasta llegar al Museo de Historia Natural.

 

Dentro, desde el majestuoso Lobby, buscamos los mapas del sitio para realizar un recorrido. Era mediodía. Recorrimos las salas una a una, me sentí bien mexicana al ver una breve muestra de los olmecas en el área de civilizaciones. La sala que más me gustó, además de la de restos de dinosaurios y seguir desde arriba toda la cordillera de un brontosaurio fue la de el mar, con la gigantesca ballena azul flotando en el espacio. La sala, tenía ventanas en el techo, y luces simulando nos encontrábamos en las profundidades, con sonido ambiental de ballenas, peces, sonidos marinos, de las profundidades. Todo a medialuz, me relajé.

 

Saliendo de ahí, cambiamos de zona, tomamos un taxi hacia el Empire State, había gente en las afueras, husmeamos en algunas tiendas de souvenirs en los alrededores. Miraaaa! Dice mi prima, es Juan Luis Guerra? Caminé hacia él y si, era. Con el pelo entrecano, y con una sonrisa de oreja a oreja. Sonreí..  Su hija lo ayudaba a caminar de un lado y su esposa del otro. No quise interrumplir. Buscamos un lugar donde comer rápido: un subway, después buscamos entrar al Empire.

 

Nos recibe un lobby alfombrado y con una elegancia sobria, de tiempo atrás. Los guardias te guían a las zonas de taquillas y tuvimos una entrada rápida. Son los reyes de la mercadotecnia, a fuerzas pasas donde toman fotos a los turistas. Llegando al piso de intercambio, me truenan los oídos, se me olvidaba que era tan alto. Llegamos al observatorio, una vista espectacular de NY al atardecer. Nos dejó sin palabras! Buscamos un lugar donde acercarnos a ver el espectáculo de la ciudad. Una iluminación azulada bañaba los perfiles en ese atardecer:  inolvidable!. Unos minutos más y ya era de noche. Las luces en los edificios se hacía más brillante, se vislumbraba la bahía bañada de luces multicolores de la ciudad. A lo lejos, el puente de Brooklyn, enseguida, el Puente Manhattan. Bellos! Estuvimos cerca de tres o cuatro horas ahí, nos parecieron suficientes de esa vista impactante.

 

Regresamos a Times Square para bobear en las tiendas abiertas hasta la madrugada.

 

Cenamos y a dormir, satisfechos, el primer día había terminado.

 

=)

 

 

 

 

martes, agosto 14, 2012

Crónicas de NY - dos

Saliendo de las bandas,  buscando un taxi, nos abordó un desconocido si uniforme, se identificó como taxista. Nos cobraba 50 dlls para llevarnos a Times Square, donde se encontraba el Hotel Edison, al que llegaríamos.  No veíamos a nadie más, sin embargo al salir del aeropuerto, por una avenida muy transitada, un puente peatonal inmenso, vi del otro lado de la calle un estacionamiento muy grande. Eso distrajo mi atención hasta que mi amigo dijo: Que no es ahí un sitio de taxis, nos acercamos hacia él mientras un señor nos pedía le dijéramos a donde queríamos ir. Nos volteamos a ver todos, pues el desconocido sin uniforme se apresuró a llegar a nosotros para que no preguntáramos en el sitio. Nos dijeron que eran 25 dlls para el hotel y volteamos a vernos, mientras el desconocido sin uniforme trataba de convencernos que era “legal” y que estaba dentro de la ley que ofreciera así sus servicios.  El sr. Del sitio de taxis nos daba una regañada, lo dejamos desahogarse.

 

Llegamos al hotel, cerca de las dos de la mañana, cansados, con hambre y con ganas de comernos Nueva York. –¿No buscaremos que cenar?-pregunté. Vamos pidiendo algo al Room service . Ok, dijeron a coro, que weba salir. Marqué y me informaron que el servicio no estaba disponible, sin embargo me dijeron que podíamos comprar algo en la tienda a escasos 20 metros de la entrada. Salimos, la luz de los espectaculares de Broadway iluminaba todo, parecían las 8 de la mañana, nos acercamos a la tienda, buscando algo ligero para cenar, descansar un poco y dar el primer tour por la ciudad.

 

Terminamos las compras y mis pies me dirigieron a la esquina… .Hay que asomarnos un poco…. La vista era impactante, las luces intensas y el mar de gente caminando en la zona. Sonreímos victoriosos unos a otros - ¡Que perroooo!! – Y yo… “ vámonos a dormir!!  Para mañana tomarnos muchas fotos!. Nos devolvimos al hotel, cenamos algo y dormimos plácidamente, me asome desde la ventana, un espectacular se alcanzaba a ver desde el piso 22 al que llegamos…

 

Después de esa vista, un sueño profundo de un par de horas.

 

Ny! Ny! =)

sábado, agosto 11, 2012

Crónicas de NY - uno

Valió la pena el desvelo, después más 24 horas continuas de esperas, traslados, revisiones, etc. Llegamos a la gran manzana!.  Tuvimos retraso de 2 horas por mal clima en Ny, estimábamos llegar a las 11:30 hora local, llegamos pasada la 1 de la mañana. Nos avisaron que estábamos por aterrizar, lo cual no me tomó de sorpresa, sentí como íbamos bajando altitud y se vislumbraban las luces en el horizonte. Una gran mancha ocre en el perfil de la tierra.

 

¡Ya llegamos! –pensé- Mientras la bocina anunció la llegada, me seguía recreando con los millones de luces parpadeantes… Luces de Nueva York (8) Recordé a mi abuela

El piloto nos regaló una vista excepcional desde el aire.  Sobre las luces, las puntas de los rascacielos se hacen presentes en la vista panorámica. Mi cara se iluminó cuando reconocí un edificio emblemático: El Empire State… Miraaa – le dije a mi prima- ese es el empire, sonreímos alucinadas, busqué la estatua y solo vi una mancha en el agua adornada con las vistosas luces.

 

El avión da un giro sobre Manhattan, la vista es impactante, la torre Chrysler elegante me saluda y veo a lo lejos los dos puentes que la comunican, el Puente de Brooklyn con vistosas luces, y el sobrio diseño del puente de Manhattan con las parpadeantes luces de vehículos que lo transitan.

 

Una sonrisa se asoma en mi rostro: New York!

 

(tata tararan, tata tararan).

 

Por fin en NY!