jueves, septiembre 02, 2021

Los días pasan y algunos son iguales que ayer. Entre el trabajo y la casa sólo hay horas. Trabajo-casa-trabajo. El fin de semana se va de suspiro. A veces no encuentro que hacer, salgo a caminar. Algunos rostros en la calle, ya son rostros conocidos. 

Que triste, fue decirnos adiós...

¿Dónde estás? En el hueco de mi pecho. Ahí. En los momentos donde ya no te pienso. Me da coraje pensarte. Me siento decepcionada. Triste. Trato de no pensar. Ya quiero que se me pase. Ya no quiero sentir.  Pensar en ti me da tristeza, una profunda, de esa que te parte el alma y te cierra la garganta. 

Que triste luce todo sin tí.

Me refugio en los miles de pendientes que parecen no terminar, me ocupo. En mis nuevos amigos, me divierto,  así no me siento tan sola en esta ciudad de extraños, es lindo encontrar calidez. En los mensajes de: "¿como estás? Todo está bien? Hace mucho no te veo". Había olvidado que bonito es que alguien se preocupe por tí. (Que lástima que no es quién tu quisieras que lo hiciera, pero así también es la vida). 

Se tiñen los colores de gris...

He pasado demasiado tiempo sola para saber que no es lo que quiero. Esto es pasar de naufragar en una isla a un campo de concentración. 

No sé que de mi vida será...

Cómo odio todo esto. Hay tantas cosas que quisiera contarte. Hay tanto que me faltó platicarte. Otra vez nos hizo falta tiempo y la intención de estar juntos. Al parecer, al final de cuentas no somos el uno para el otro.