Algunas veces que duro es esto de vivir. Parece que el objetivo de la vida es siempre tener una dolencia. Todo parece ir bien y pierdes a alguien (Te extraño Ma). Apenas crees que lo superas, pero en realidad sólo lo toleras y ahí viene otra vez (Te extraño tía Alba) luego te quedas sin trabajo (te extrañó di esto, a ti no Homex). Y luego todo parece mejorar, y vuelves a tener pérdidas, amistades, familia, trabajo.
En picada el estado emocional, y despuésde un tiempo cuando menos te lo esperas empiezas a ver la luz al final del camino. Y cambias de trabajo, de ciudad, de amor, y vuelve la burra al trigo.
Y ahí esta, creciendo como deuda de pobre, un dolor en el pecho, en la panza y sientes que te mueres y no te mueres, sólo te estas muriendo por dentro.
-Porca miseria- dije a los 8 años jugando turista con mi hermana y mis papás al perder casi todo mi dinero ( tomando malas decisiones financieras desde 1987). ¡Porca miseria! Me rehusó. No nací para sufrir.
Es hora de buscar un remedio a este dolor...
Y entonces estas compartiendo tus penas y un sonido interrumpe tus dolores.
A Santiago -mi vecinito- le compraron un juguete con ruidodito -Maténme, plis-
