lunes, noviembre 30, 2015

Con Silvio me acuerdo de ti.

Corazón oscuro, corazón con muros, corazón que se esconde, corazón que está donde, corazón en fuga, herido de dudas de amor. Hay locuras que son poesía, hay locuras de un raro lugar, hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura, que no vale la pena curar. Estoy buscando una palabra en el umbral de tu misterio.

 

La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes. Los amores cobardes no llegan a amores o a historias, se quedan ahí… Ni el recuerdo los puede salvar!

Si tu signo es jugar, juégalo todo: tu camisa, tu patio, tu salud; si tú debes jugar de cualquier modo juega bien, con virtud. Pero, ay amor, ay amor, no te juegues el corazón...

 

Te convido a creerme cuando digo futuro, si no crees en mis ojos, cree en la angustia de un grito, cree en la tierra, cree en la lluvia, cree en la savia. Sólo el amor engendra la maravilla. Sólo el amor convierte en milagro el barro. Mi amor no es amor de mercado, porque un amor sangrado no es amor de lucrar.

 

Te amaré, te amaré lo que queda, te amaré cuando acabe de amar. Te amaré, te amaré si estoy muerto, te amaré el día siguiente además, te amaré, te amaré como siento, te amaré con adiós, con jamás. Te amaré, te amaré junto al viento, te amaré como único ser. Te amaré hasta el fin de los tiempos, te amaré, y después, te amaré.

 

Tomando en cuenta lo implacable que debe ser la verdad quisiera preguntar me urge tanto: ¿Que debiera decir? ¿Qué fronteras debo respetar? Ojalá pase algo que te borre de pronto, una luz cegadora, un disparo de nieve…

Eva sale a cazar en celo, Eva sale a buscar semillas, Eva sale y remonta vuelo, Eva deja de ser costilla…

 

Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida, es olvidar, llenar vacíos que se irán, ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz, la prisión acaba, la prisión de hierro, pero continúa la prisión del sueño, del sueño. Hoy te quiero cantar, más allá, más allá de donde ha de llegar la canción.

 

Si miro un poco afuera, me detengo: la ciudad se derrumba y yo cantando. La gente que me odia y que me quiere

No me va a perdonar que me distraiga, creen que lo digo todo, que me juego la vida,porque no te conocen ni te sienten.

 

Te doy una canción y hago un discurso sobre mi derecho a hablar, te doy una canción con mis dos manos, con las mismas de matar. Te doy una canción y digo Patria, y sigo hablando para ti. Te doy una canción como un disparo,

como un libro, una palabra, una guerrilla: Como doy el amor.

lunes, noviembre 23, 2015

Cerrando Círculos

(atribuido a Paulo Coelho)

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes

  en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y  el

  sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando

  capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar

  ir momentos de la vida que se van clausurando.

  ¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa  casa?,

  ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo  de

  tu presente "revolcándote" en los por qué, en devolver el cassette y tratar

  de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser  infinito,

  porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas

  estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja,

  a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

  No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera

  preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay  que

  desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni

  empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere

  estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

   Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes,

  cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar

  libros.

  Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

  Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas

  marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que

  dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

  El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te

  reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú.

 Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al

  asunto, lo único que consigue es dañarte lentamente, envenenarte y

  amargarte.

  La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando

  "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de

  hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?,

  ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones? ,

  ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes

  enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a

  ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino,

  porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa

  habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

  Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un

  año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a

  la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que

  regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es

  estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está

  en tu vida.

   Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar,

  ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este

  mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a

  él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo  humano

  o físico que hoy te duele dejar ir.

   Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr,

  porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre,

  apego, necesidad. Por eso cierra, clausura, limpia, tira, oxigena,

  despréndete, sacúdete, suéltate.

  Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la  que

  escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con  tranquilidad.

  ¡Esa es la vida!

 

domingo, noviembre 01, 2015

Desde mi noche triste

La noche cayó, desde mi ventana los últimos rayos bañaron las nubes del atardecer, cuál brasas ardiendo, el sol con el último atisbo de luz y calor iluminó las masas vaporizadas en rojos, rosas, naranjas y amarillos.

Oscuridad. Negro el cielo como mi alma, está de luto. Perdí una parte de mi alma una noche como esta hace un año. En los últimos meses perdí a mi madre, perdí a mis mejores amigas, perdí al que siempre me recibía en casa con una sonrisa y moviendo la cola me mostraba felicidad. Perdí el amor, perdí esperanza, perdí y me perdí.

Y está noche con el ruido de los grillos en celo, y los sonidos de la ciudad de fondo, vuelvo a renacer, a salir avante con los rayos de luna, por que hasta en la más profunda oscuridad, hay luz.
También podemos brillar con luz propia. Escuchó tu voz en mis pensamientos, madre, "Todo va a estar bien".
Y con esa fe, la estrella más brillante del cielo me da las buenas noches.
Solo entonces , mañana, será un día mejor.