martes, noviembre 29, 2011

Colibrí

 

Había una vez, un colibrí amarillo. Una amiga lo recogió y le dije que Yo lo cuidaría. Era amarillo canario con la parte de abajo en un color entre gris y café tenía los ojos dulces y el pico rojo como el que visita mi ventana. Lo tenía en mi cuarto y le dí agua en una tapa y miel con mi mano. Lo cuidé, pero siempre quería escapar, y yo no podía dejarlo ir, por que todavía no estaba lo suficientemente sano. Un ave herida, que se resistía al enclaustramiento. Descubrí que el amarillo era pintura vinílica. Desgraciados- pensé- podía haber muerto.

 

Le quité poco a poco pedazos de pintura de sus plumas y pudo volar. Saqué todo de mi cuarto con la esperanza de que pudiera sanarse mejor y no perderse entre libros, cojines bolsos y zapatos. No puedo limitarlo a una caja, pensé. Si no intenta volar, jamás se recuperará. Y tenía esa libertad a medias.

 

Terminé cansada tumbada en mi cama de tanto movimiento.

 

Luego, desperté.


Por favor considera tu responsabilidad ambiental antes de imprimir este doc umento.
Please consider your environmental responsibility before printin g this document.

2 comentarios:

yescanauta dijo...

Es un sueño bastante puro, si me lo preguntara alguien.

Anónimo dijo...

demasiado gráfico, privar de la libertad a quién no desea ser privado, retener con dulzura, con la bandera de curar heridas