sábado, noviembre 03, 2012

               

Despierto de madrugada con el frío en mi piel, tomo el teléfono para ver la hora, son las cuatro am. Suspiro. Aún falta mucho para despertar. Parecen eternas las horas de las cuatro a las siete. Trato de conciliar el sueño, un cóctel de pensamientos emergen y me intranquila.  Busco nuevamente la hora, han pasado 2 minutos.

 

Admiro las luces a lo lejos, una estrella titila sobre los faros de la televisora en el horizonte. Que bella es. Una estrella fugaz, olvidé pedir deseo. Estrellas, que hermosas, recuerdo una noche estrellada en carretera, jamás había visto más de las que pudiera contar.

 

Tú. ¿Dormirás? Una semana atrás a la misma hora dormíamos juntos. Recuerdo que no podía conciliar el sueño, me mantuve en alerta toda la noche, quería sentirte, besarte.  Mis manos no dejaban de acariciar tu rostro. Estabas ahí. Parecía un sueño hermoso.

De vuelta a la realidad, observo los muros de mi habitación, todo es lo mismo. En la calle, en la casa, en el trabajo, nada parece cambiar, solo yo. Ya no soy la misma. Sólo pienso en ti.

 

Los días pasan y no me acostumbro, cierro los ojos y veo tu rostro, quiero acariciarlo, besarlo.  Empiezo a sentir tus besos y despierto… ¡Era un sueño!¿ Fue un sueño? No logro ordenar mis pensamientos…

Y otra vez tú.

 

Iluviu! =*

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