Camino al trabajo y suspiro. Pienso en ti. En todo lo que me haces sentir...
Y son esas pequeñas cosas, como tu mano en mi brazo mientras me maquillaba…
Recuerdo tu suave sonrisa franca y la tersura de tus mejillas. Como raspa mi mano tu barba de dos días al acariciar tu rostro y tu ronca voz en las mañanas…
Me gusta como cierras los ojos cuando te acaricio las mejillas y juego luego con mis dedos deslizándose entre tus cabellos. Me ves de reojo, y te sonrío… Y recuerdo esos ojos tuyos, tan intensos, tu mirada, viéndome a veces como queriendo decirme algo que no comprendo…
Me gusta tu olor, hueles a limpio, a madera, a fresco bosque. Me gusta el roce de tus manos en mi piel, me tocas con delicadeza, haciéndome sentir como si tocarás un tesoro… Y lno quiero dejar ese momento, quiero quedarme por siempre ahí.
Me gusta abrazarte y sentir tu calor, sentirme resguardada, protegida entre tus brazos… Me gustas tú, sólo tú. Todo tú.
Y me da un gusto y un miedo enorme sentirme así… En la incertidumbre, en la fragilidad….
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