Nunca olvidaré como me dejabas mensajitos en mi lugar, cualquier lugar era bueno: el block de notas de la compu, mi agenda, el calendario, notitas en el escritorio o pegados entre mis cosas o de plano en algún lugar de mi libreta. En el día para que lo encontrara rápido o en hojas posteriores para sorpresa después. Y yo los veía y te llevaba un dulce o te mandaba un mensajito. O cuando me dejabas chocolates, que sabías me encantaban.
Me encanta como compartíamos chistes, la mayoría muy tontos, pero nos hacían reír a ti y a mí.
Hoy hace un año recibí una de las peores noticias de mi vida, un baldazo de agua fría dejó mis nervios tensos todo el día. En medio de un festejo. De Mí partiendo el pastel como es tradición oficinesca. Después de varios meses de lucha contra el cáncer terminal que te atacó y mermó tu vida, tu cuerpo se rendía inerte.
Nunca entenderé tus razones Dios. Nunca! Tanta gente mala en el mundo y te lo llevas a él, que era un hombre bueno, que no le hacía daño a nadie. Nunca entenderé tus razones… Ahora las acepto. Gracias por alejarlo de ese sufrimiento. Me hubiera gustado que viviera, que siguiera repartiendo luz…
Lo extraño.
Un beso al cielo…
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