viernes, febrero 26, 2016

Estocada directo al corazón

Guardaba tus conversaciones, lo hacía… Cuando teníamos una plática profunda, cuando decías cosas que me enamoraban, las guardaba… Para leerlas luego, para recordar las palabras y cómo me sentía mientras las decías. Para soñar, para alimentar mi corazón, mi mente y mi amor, amor, amor…

 

Hoy sentí una estocada, cual toro al ser atacado por el torero impulsivo y táctico. El destino lanzó una estocada directo a mi corazón.

Buscaba en mis archivos algo sobre Creel y apareció un texto:

angel18sep2005.doc

 

Solté el mouse. Dudé. Bajé la ventana y lo pensé. Fui al baño, tomé agua y lo olvidé momentáneamente mientras mi amiga Karla me contaba los detalles de su noche de anoche…. Respiré, respiré, me ocupé.

 

Volví a la compu y ahí estaba.

El recuerdo inerte, caduco, olvidado de un pasado que ya no es y no será. El ícono palpitante sin resaltar. ¿Por qué aparece ahí? Busqué Creel. Sólo busqué: “Creel”.

 

Lo abrí. Por un momento ese recuerdo digital de un sentimiento añejo, me inspiró melancolía. Esa melancolía que aparece cuando beso a alguien por primera vez, cuando alguien me toca, cuando me acuesto con alguien, siempre, siempre los comparo siempre contigo. Un dolor se asomó en mi pecho al leer esas palabras que antes me decías. Cuando soñaba que me querías, cuando imaginaba una vida contigo, cuando tenía la esperanza de que los planetas se alinearan y fueras mío. Mío. Mío!.

 

Sonreí..  Leí ávidamente las 44 páginas con espacios y viñetas y ahí lo ví. Qué tonta fui ahí estaba todo muy claro, pero en ese momento no pensaba ni siquiera lo imaginaba.

 

Es tan corto el amor y tan largo el olvido – Pablo Neruda

 

Recuerdos de un amor imaginario que no existió. Fue un sueño lúcido que aparentaba ser de dos…

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