Se murió Pablo, se lleva con él algunas lágrimas que solté cantando sus estrofas: 

"Muchas veces te dije, que antes de hacerlo

Había que pensarlo muy bien 

que no bastaba que me entendieras

 y que murieras por mi"..... 

Se lleva con él una parte de mi vida, esa juventud envejecida que adoraba la trova y sus poéticas liricas: 

"Todavía quedan restos de humedad, 

tus olores llenan ya mi soledad.

En la cama, tu silueta, se dibuja cual promesa

De llenar el breve espacio en que no estás"...

Reí y canté, en su muerte revive el dolor, de las penas de la casa, las de otro tiempo y otro espacio, de los amores perdidos  de los tragos compartidos y los brindis, del aquí y del ahora...

Extraño a la que fui y abrazo a la que soy.

Desandaré caminos
Sin salidas como muros
Recorreré los cuerpos
Desolados sin futuro
Destruiré los mitos
Que he formado
Uno a uno
Y pensaré en tu amor
Este amor nuestro
Vivo y puro.

Gracias Pablo querido, por cantarle al amor, ese amor que siento, que sentí y del que creí sentir.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Y hoy, y ayer y mañana quizás más tarde que temprano volveré a cantar gustosa:

"De que callada manera se me acerca usted sonriendo..." 

:)