Eran las 12 pasadas y aún no lograba conciliar el sueño. Tomé el celular, para jugar un rato. Mi hermana menor entra al cuarto. Estás despierta, verdad? -¿Qué pasa? – le digo-. Mientras enciende la luz con su celular a la mano… No quiero que te alarmes, me dice. Volteo a verla prestándole mucha atención…. Me dice: Ya estás alarmada? – Ya dime!!! –le digo- ¿ Qué pasa?. Me enseña una foto en su celular mientras me dice: Mira lo que encontré en mi cuarto. En la imagen se veía una pequeña serpiente enrollada en un frasco de crema.
Noooo!! – le dije – es de verdad? Siiiiii – me dijo – Pensé que era alguna broma y no. – ¿Cómo sabesss? – Le dije – Respira! .- Me contestó -Voy con ella a su cuarto. ¿Dónde está? – me señala con la mao- ¿Cómo demonios llegó ahí???? El cuarto de mi hermana es el del centro en la parte de arriba, ahí no hay ventana al exterior, su cuarto dá a un tragaluz y nunca abre su ventana.
Era una serpiente pequeña, de unos 35- 40 cm de largo. Dónde hay una, hay varias le digo… Ya sé – me contestó – Por eso hay que buscar si no hay más.
En eso mi papá se acerca al cuarto. Y empezamos con nuestras teorías de cómo pudo haber entrado…. No supimos. No había ningún rastro, solo la pequeña serpiente sobre el tocador. Yo creo que entró por el ducto del aire acondicionado – dije yo – viene directo desde el patio. Pues no creo, dice mi papá, tienen filtros. Pero y si hay algún hueco y por ahí salió… Mmm –dice Adriana- El aire estuvo fallando y le abrí las rejillas ayer precisamente se arregló. Volteamos a vernos los tres. Nada parecía congruente. Bueno pues – dice mi papá- métela a un frasco – mientras sale del cuarto.
Mi hermana voltea a verme con grandes ojos, como diciendo… Yooooo??? . ajjaja ya estaba dispuesta a atraparla yo, cuando mi papá regresa con un florero.. Toma la crema en sus manos y la voltea al interior del florero. Una parte del cuerpo de la serpiente cae, mientras la cabeza busca salir. Rápido! Un palo!. Regreso a mi cuarto y tomo una varita. Con la ayuda de la varita, mi papá trata de soltar a la serpiente del cuello de la crema, pero no puede maniobrar bien, traime otra, voy por la otra, trata de acomodarla y que mueve el florero, que cae al suelo con todo y serpiente…..
Mientras busco algo en que ponerla, mi papá la atrapa en un bote de litro de ésos del yogurth.
Dame eso – me dice del florero que tengo en mis manos- Le digo, mmm este… No quiero dártelo porque me costó carito… Ok, no lo voy a quebrar, me dijo.
Al día siguiente, les enseño la foto a mis compañeros de trabajo. “ Es una limacoa” – me dice el inge- ¿ No son venenosas, verdad? Le digo… No me dijo, así le llaman aquí, el nombre científico es boa. Y se ríe. Con ese nombre busco la información en internet, la imagen corresponde al espécimen resguardado en casa. No es venenosa y mucha gente la usa de mascota, pienso que tal vez se le escapó a algún vecino.
Llego a casa y me armo de valor para tocarla y tomarle algunas fotos, es “ mansita”. Pero qué impresión. Imagínate encontrarte con una serpiente en tu tocador.. jajja
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