...

Me siento mal. No sé si sea la edad, el pésimo año que estoy pasando, las cosas por las que estoy pasando o el tiempo. Estoy asqueada de todo, de todos.
De la humanidad, de las cosas vanales, de las tonterías de algunos, de la estupidez de otros, de la apatía.
Estoy arta de este sistema corrupto.
De encerrarme 10 hrs. en una oficina en un trabajo que perdió su encanto desde que parezco más financiera que creativa.
Harta de las tonterías del hombrecito con poder, de sus ademanes de jefe y de macho, de ver como se saca los mocos y se rasca los huevos. De cómo chismea y se altera por cosas que tiene que hacer.
De pensar y no vivir. De ponerle pausa a mi vida. De no tener ganas, de tener ganas, de pensar en quién no piensa en mí.
De que no me quiera quién yo quiero. De tenerlo lejos, de no abrazarlo más tiempo, de no verlo en abril, de extrañarlo horrores.
De perder tanto tiempo, de pensar. De lamentarme, de llorar, de no tener ganas. De los kilos de más. Del desamor...