Sueño de octubre

Vivia en una casa sencilla muy estrecha, pero con dos habitaciones que pensaba restaurar. Salí de ella unos segundos y me perdí, caminé por varias horas descalza. Al principio le marque a Adriana que estaba de visita y su teléfono estaba apagado (que raro que no conteste- pensé con sarcasmo, nunca contesta). Despuntar de 6 horas y de múltiples intentos, me contestó. ¿Dónde estas? - me preguntó preocupada- hace horas que te espero. Le contesté que si hubiera contestado la primera vez sabría. Estaba perdida dando vueltas en círculos.  Dime como llegar desde la tienda de importaciones. Llegué a la casa que estaba pintada en color menta con los pies descalzos y adoloridos. En eso una especie de ataque sucedió y tuvimos que abordar un vuelo. Dentro de la casa había cientos de bolsas de croquetas para perro, jabón, y blazers de diferentestamaños y colores, todos de tono liso. Quería donar las croquetas a las fundaciones animalistas, algo de jabón, la comida a los vecinos y la ropa a casa-hogar. Salí sólo con mi bolsa y el celular en la mano, todo el trayectome arrepentí de dejar todo ahí. El vuelo no podía aterrizar, algo pasaba, seguimos volando hasta que se agotó la gasolina. Aterrizamos en algún lugar de Alemania. El lugar, estaba casi desolado, encontré un abarrote y corrí a comprar algo de agua y unas sandalias. Encontré unas sandalias, que tenían una muy creativa presentación, podían ser sandalias y tenis, con diferentes "caretas " de colores y estampados. Eran ligeras y costaban 649 pesos. Estaba descalza, cuando me puse las sandalias, noté que el dedo del medio de mi pie izquierdo estaba muy inchado. Pensé, me están fallando los riñones? Tendré que revisarme. Si tamaño era descomunal, lo toqué y me dolia, sin embargo, se empezó a desvincular hasta volver a su tamaño normal.
Luego, una explosión, hubo un caos y todos empezamos a correr.