Entré al baño, en el ambiente aún permanecía el olor a alcohol. Rocié un poco de lysol y descargué nuevamente el tanque. En mi mente daba vueltas lo acontecido hace unos minutos.
Somos amigos desde hace uff, ya ni recuerdo cuando. ¿Quizás 20 años? Recuerdo que yo aún estudiaba arquitectura y tu ya ejercías. Hoy realmente me sorprendí. Siento el corazón acelerado aún, creo que no podré dormir.
Estabas recostado en mi sillón y yo cruzando el espacio en el comedor, me dijiste varias veces que me sentará a tu lado y yo te decía que no y sonreías.
No recuerdo que estábamos platicando y acerque la silla, me sentí y al descalzar mis sandalias recargué mis pies en el borde del sillón. Notaste mi movimiento e hiciste como que los ibas a empujar. -Seguro huelen a queso- dijiste, creyendo que me molestaría- Si -te dije. "Hoy no me puse talco, no te recomiendo los huelas". Obviamente era mentira, me acababa de bañar cuando me marcaste a ofrecerme cena.
Tocaste mis pies y los llevaste a tu nariz. -Mentirosa- murmuraste con una sonrisa chueca dibujada en tu boca. "Aún huelen a jabón" y los acariciaste...
-¡Que bonitos pies tienes!
Regordetes
-Nunca me había fijado...
No te perdías de nada
-Claro que sí, son lindos. El color, la forma....
Los callos, mi dedo chueco...
-Mtaaa tienes que arruinarme el momento
No sé por que te extraña. Si no, no soy yo.
Después las cosas se pusieron bizarras.
Quédate a dormir, ya es muy tarde.
- Y donde voy a dormir?
En el sillón, claro.
- Entonces no.
Pues como quieras.
- Me quedo si no dormimos en tu cama, nos acostamos desnudos uno junto al otro y me dejas besarte de pies a cabeza, toda la noche....
Sic
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