jueves, julio 19, 2007

Privilegios de usar el transporte público

Es curioso, pero hoy me levanté como dicen ,con el pie izquierdo, me caí de la cama, tiré el reloj, no encontraba los zapatos, entré al baño, el agua fría salía caliente, de las altas temperaturas en las que nos encontrábamos ayer... Al momento de secarme, tiré una de mis maceteritas favoritas que adornaban la ventana de mi baño... Salí del baño a la carrera y me arreglé lo mejor que pude en 5 minutos. Mi rostro se veía cansado y se me di cuenta que se acabó mi crema humectante... Salí a la carrera pero alcancé el autobús cuando iba pasando... Pero me dejó otro que debí tomar al trasbordar. La diferencia fueron 5 minutos. Maldecí por no haberme administrado bien, ya tuviera mi coche a la puerta de la casa y no estuviera esperando autobús. En el trayecto de una parada a la otra, una anciana, fácil tendría unos 70 años... delgada, con el pelo blanqueado por las canas, pasa a un lado mío. La señora parecía cabaretera de los 50's. traía una blusa de tirantes como de terciopelo color vino, una minifalda amarilla dorada y zapatos de tacón, las bubis se le veian a la cintura pero iba muy salerosa por la calle, cargando dos grandes bolsas, una a cada lado. en el cabello traia brochecitos, sombras azul celeste en los párpados y los chapetes como pintados con labial, pero dejó la torta de pintura, no lo difuminó. Obviamente no parecía estar en sus facultades mentales... Pero iba tan feliz caminando. Bueno, me dije. Por lo menos no disfrutaría de espectáculos como éste.

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