martes, noviembre 18, 2008

sombras en la calle

Camino por la calle todos los días y aún así sigo encontrando cosas que me sorprenden... Como puedes caminar todos los días y descubrir gente invisible. La señora que barre el frente de su casa, el señor que vende períodicos, el vende jugos, el barrendero, el paletero, el pepenador. Antes la gente conocía a todos éstos seres invisibles, no era la señora que barre, era doña Juana, no era el que vende periodicos, sino Don Pedro el periodiquero, cada uno de éstos seres invisibles tenían nombre y una historia.

Cuando más crece una ciudad más gente invisible encuentras, por eso me gustan los pueblos, no hay nadie nuevo, todos se conocen, tienes amigos de toda la vida, sabes la historia de cada familia, los parentescos, los oficios y no hay sorpresas... Pero además había esa conjugación de hermanad y comuna. Juanito no estaba solo en la calle estaba al ojo de Doña Paquita la de la tiendita de la esquina de sus maestras, de las mamás de sus amigos, al igual que si algo malo hacía, en su casa se enteraban no era uno ahi y otro allá, tenia que portarse bien donde fuera...

La vida moderna pierde esas hermandades, descubriendo otras gentes, otras cosas, y preferiría vivir así, aunque a veces, creo que también buscaría el anonimato.

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