Hoy amaneció super nublado, así que por poco me quedo a dormir en casa. De un salto me levante al baño a darme una ducha para poder despertar. El trayecto sin novedad. Sólo que casi me regreso a tomarle una foto a un indigente durmiendo afuera de las telas parisina. Su posición se me hizo tan poética. Realmente se veía descansando sobre el duro asfalto. Llegando a la ofis justo después de sentarme en mi lugar, volteo al megaventanal que tengo enfrente con vista al río. Una cortina de agua no me permite ver el horizonte. Así llovió cerca de una hora. Me entretuve viendo un jardín lleno de césped de los condominios de enfrente. Me relaja tanto que quede hipnotizada bajo su lirica unos 15 minutos. Adoro la lluvia.... Aunque mejor si fuera domingo.... ;)
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