Mi mamá me dijo hace unos días: Éste ha sido el único año que no hay guayabas el cumpleaños de tu papá. Ah si? - le dije, estaba absorta en mis pensamientos y no le presté mucha atención. Y es cierto. Siempre ha sido en agosto. Ya estamos en octubre y apenas estamos cosechando. Adoro ese olor... Abrir la ventana por las mañanas, cuando aún tengo frío por el enfriador y agrada el calor mañanero. Tantos recuerdos como ésas guayabas que llegan año con año... Mi abuela nos visitaba en estas fechas. Cortaba todas las que podía y las comía, platicando en la sala. Le gustaban maduras, yo las prefiero, como decía ella: "poposagüe" Entre verde y madura...
Cuándo llegó "el pecas" a la familia, las que no alcanzaba a recoger mi abuela el pecas se las "ganaba". Era una delicia la escena....Yo desde mi ventana, deleitandome con la reñida competencia y apretando la risa entre dientes... Observando a escondidas a la abuela mientras lanzaba inaproperios, sabiéndose sola con el perro...
Hasta eso se extraña...
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