miércoles, marzo 18, 2015

Objetos Perdidos

Julio Cortázar

 

Por veredas de sueño y habitaciones sordas

tus rendidos veranos me acechan con sus cantos.

Una cifra vigilante y sigilosa

va por los arrabales llamándome y llamándome,

 

pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta

donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo,

si la cifra se mezcla con las letras del sueño,

si solamente estás donde ya no te busco.

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