domingo, mayo 03, 2020

Abril

El mes inicio con la noticia de la pandemia, nos notificaron los protocolos del trabajo, tanto de cuidado, como financieros. La empresa no podía sostenerse completamente en el cese de actividad. Nos descontarían el 30% de sueldo a todos en general y debíamos prepararnos para trabajar desde casa. Me lastimé la espalda y caminaba con dificultad. Me daba miedo salir a trabajar, compartir el transporte con 50 personas, calculando todos los días con cuantas personas tendría contacto, opté desde finales de marzo transportarme en uber  consideré era menos contacto. Gel antibacterial, servilletas y lavado constante. Creé mi protocolo de llegada al depa: dejar los zapatos afuera, no tocar nada, desvestirme en el cuarto de lavado, lavarme lo más posible, separar la ropa de calle, desinfectar llaves, monedas, etc. En el protocolo y prepararme cena me daban las 11pm. GAD la segunda semana de abril nos autorizaron el permanecer en casa. Veía las noticias todos los días y la ansiedad crecía. Lloré muchas de estas noches. Me preocupaba mi familia obviamente, sobretodo mis tíos y mi papá que todos pasan de los 50, se decía era una enfermedad de mayores.

 Las noches en soledad son lo peor, duermo poco y mal, he leído diferentes artículos dónde esto es algo "normal" derivado de la ansiedad de la pandemia. Trato de no pensar mucho en esto. Dejé de ver todos los días las noticias. Me ocupo en el trabajo, casi no me da tiempo de pensar, estoy tomando dos cursos y aunque siento que no me concentro como debiera me mantiene ocupada. Me ocupo en las plantas. Y últimamente, le doy de comer a un grupo de pájaros que llegan a mi jardin improvisado.

Me daba mucho sueño, había días que batallé mucho para levantarme. Nada me animaba, tampoco tenía ganas de hablar con nadie. Me noté en depresión y decidí, no fomentar eso. Dejé de ver lss noticias, veo menos las redes sociales.

Poco a poco volví un poco a ser yo. Y bien dejé de preocuparme por quién no se preocupa por mí. Los de siempre son los constantes: mis hermanas, mi papá, las Teres, Dolores y mi tío más guapo. La Fer, Charlie, el Pineda . Los de la prepa, los exhmx. 
Tengo nuevos protocolos: Levantarme a las siete, comer saludable, bañarme todos los días, jugo verde, hasta hace un par de días que quemé el extractor...

Me preocupa no pagar las cuentas, me preocupa la enfermedad, esta incertidumbre me recuerda lo vívido tiempo atrás.  Sigo durmiendo mal, hay días que ando sensible y me invade la tristeza, pero no me dejo caer. Escucho música, me pongo a limpiar, me ocupo. Empiezan a comunicarme que fallecieron conocidos, amigos, gente de mi edad. No es una enfermedad de mayores. El último día de abril tuve que ir a la oficina. Todo me parecía distinto. Ahora sé que extraño ver el mar. 

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