9:00 a.m. Estoy en la oficina, un sábado común. Hago lo habitual, voy por agua, café, en esta ocasión fue té chai mmm. Checo correo, organizo pendientes y riiiiiiiinggg suena el teléfono… Juego a adivinar quién es…. Será él? Noo, tal vez Matilde o la RG falta de integridad…. El de Querétaro con el pendiente aquél que no avanza…..
No, ninguno. !Qué tontería! Te veo en todas partes, al salir de la casa, como esperándome afuera, hoy en el centro, antes de subir al bus, alguien subió parecido a ti y lo vi dos veces para confirmar, que no eras tú.
Y te sueño, y te pienso, por lo menos cada media hora, o hasta más. Imagino tus besos, tu calor, y te acaricio, y te beso…… Pero no estás. Y trato de recordar los timbres de tu voz, cuando me cuentas algo que te apasiona, cuando me cuentas algo que te duele, cuando hay esperanza, cuando me quieres, cuando te desespero…
Quiero lo mejor para ti, aunque no sea yo. ¿Eso es amor?
Cada vez es más difícil.
Ya quiero verte.
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